Federación Local de Madrid CNT-AIT/Sección de Telecomunicaciones y Servicios Informáticos Dossier sobre el Software Libre ¿Es el Software Libre un movimiento anarquista? ¿Son tan importantes las libertades que aporta a sus usuarias y usuarios o lo es más la comunidad que se genera? ¿Qué papel juega la economía capitalista en estas comunidades? ¿y la anarquista? Estas son algunas de las preguntas que trataremos de responder en este breve artículo. Para ello revisaremos textos fundacionales, revisionistas, así como la historia de algunas comunidades de Software Libre paradigmáticas. ¿Qué es Anarquismo? El anarquismo es un pensamiento político que, buscando la máxima libertad para los individuos y las comunidades, se opone a los dos grandes pilares en los que se sustenta la sociedad capitalista: la autoridad y la propiedad privada. Para ello, ve en el asamblearismo, el federalismo, la ayuda mutua, la autogestión y la acción directa el modo de organización y acción necesaria para construir la sociedad anarquista. ¿Qué es el Software Libre? Según GNU[1] Software Libre es cualquier programa informático que cumpla con las siguientes libertades: La libertad de ejecutar el programa, para cualquier propósito (libertad 0).
La libertad de estudiar cómo trabaja el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
La libertad de redistribuir copias para que pueda ayudar al prójimo (libertad 2).
La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (la 3ª libertad). Si lo hace, puede dar a toda la comunidad una oportunidad de beneficiarse de sus cambios. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
Un lector avispado estará pensando teniendo estas libertades ¿el software se convierte en una propiedad colectiva?. La respuesta es sí, pero con algún matiz. Sí, porque tu puedes compartir el software con tu comunidad libremente con el código original o modificado. Sin embargo, no pienses que por ser software libre tienes la obligación de redistribuir el código que se modifica tan solo ofreces esa libertad a tus usuarias/usuarios. Tampoco pienses que el software no tiene un propietario, lo tiene y éste tiene la capacidad de modificar la licencia y es quien se va a personar en un juicio en caso de que alguien incumpla la licencia con la que se protegen estas libertades.
En la práctica en las comunidades de Software Libre se practica la ayuda mutua resolviendo dudas de usuarios/as o desarrolladores/as o resolviendo errores encontrados por otros/as. Si bien no hay asambleas físicas, las listas de correo funcionan como espacios de decisión y acción bastante horizontales. También hay autogestión pues es quien tiene el problema quien tiene que mover el culo para resolverlos.
Pero como ya he dicho ésto es lo que en la práctica ocurre, pero el que tenga la etiqueta de Software Libre no garantiza a priori la existencia de éstas prácticas ácratas. Y, de hecho, cada vez más aparecen empresas capitalistas que se acercan al Software Libre con poco interés en crear estas comunidades de ayuda mutua.
La Primera Comunidad que Comparte el Software. La Comuna Emacs
Bien vayamos a dónde empezó todo, a los laboratorios de Inteligencia Artificial del MIT en los 70. En esos tiempos la computación era un bien escaso del que disfrutaban investigadores como Richard Stallman. Stallman vivió aquellos años enganchado a la programación, programar era algo divertido en lo que pasaba días y noches y a nadie se le ocurría no compartir el software. Vivía desarrollando un editor de texto llamado “Emacs” junto a otros brillantes programadores.