El legado del Hábitat III

Quedan dudas acerca de los planteamientos y conclusiones de la importante reunión dada en Quito con respaldo de la ONU. Los 193 países participantes firmaron el acuerdo que reconoce la problemática por la que atraviesan y plantea soluciones que, sin políticas públicas claras, verdaderos compromisos de los gobiernos y los Estados, quedarán en una interesante, aunque inútil, proclamación. Hace 20 años, en el Hábitat II, las conclusiones resultaron similares y en este largo período poco ha pasado.
El calentamiento global, la desertificación, polución, contaminación de aguas y alimentos, continúa; los servicios de bienestar social son inequitativos y la pobreza, migración, violencia, etc., se extienden. Ya en 2008 la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos postulaba que los cambios sociales y ambientales necesarios para solucionar realmente los problemas mundiales hasta 2030 supondrán, tan solo, un costo equivalente al 1% del PIB mundial, lo que significa un decrecimiento del PIB anual de 0,03%, con reducción de un escaso 6% en las ganancias globales.
Por tanto, la manera de lograr cambios reales depende de políticas públicas, las cuales no resultan nuevas: impuestos ecológicos, tarificación del agua, endurecimiento de los permisos de emisión, penalización de las industrias y productos más contaminantes, cánones sobre los residuos generados, reemplazo de combustibles fósiles, normativas más estrictas sobre eficiencia energética y transporte.
Si existiera la voluntad real de tener ciudades más saludables y se orientara bien el ahorro del 1% del PIB, el control de la emisión de óxido de nitrógeno y de óxido sulfúrico de la mala industria se podrá reducir en un tercio a 2030. Pero si las políticas medioambientales se mantienen, no se apreciarán cambios; todo lo contrario, las emisiones globales de gases de efecto invernadero pueden ascender 37% y el declive de animales y plantas se precipitaría.
Además, hasta 2030, el número de afectados por este problema podría crecer en mil millones de personas, hasta un total de 3.900 millones, el 70% en ciudades. Se plantea resolver la migración, el calentamiento global, la sobrepoblación, la ecoinnovación, descontaminación, dignidad, seguridad, igualdad y más. La ciencia provee muchas vías, pero al final la problemática se reduce a las ganancias y al poder; ahí debemos apuntar si queremos cambios. Las acciones prioritarias a emprender son urgentes, inmediatas. El Hábitat III las identificó, tal vez todos las conocemos, pero ansiamos que no sean simple retórica.
* Científico ecuatoriano. Doctor en Medicina y en Biología. Especialista en Genética Médica y Genética Molecular Humana. Decano del Instituto de Investigaciones Biomédicas, Universidad de las Américas.
Related Articles
Is the Islamic State coming back?
In the past few days there have been a series of large-scale ISIS attacks in Syria. Is the Islamic State
KURDISH, Armenian, and Christian groups have warned that legislation signed as one of the last acts of the outgoing Trump administration gives Turkey the green light to continue “cultural genocide” against the country’s minorities.
In what has been described as a disastrous last minute move, the US signed a bilateral US-Turkey Memorandum of Understanding
China incorpora a su marina su segundo portaviónes
El pasado 17 de diciembre China incorporó a su marina de guerra el segundo portaviónes durante una ceremonia donde estuvo