COLOMBIA ELIGE NUEVO PRESIDENTE
by JM Arrugaeta, Global Rights | 2018-05-27 8:24 am
Este domingo electores colombianos votarán en primera vuelta a uno de los tres candidatos a Presidente. A menos que alguno de los aspirantes consiga el milagro de obtener más del 50% de los sufragios en realidad esta ronda permitirá saber las dos personas que se disputarán finalmente el sillón presidencial.
Con algo más de 36 millones de personas con derecho al voto la alta abstención ha sido por lo general una norma en los llamados a las urnas, en las pasadas elecciones presidenciales, por ejemplo, la abstención fue de casi un 64%.
Desde hace décadas apenas diez familias de la vieja oligarquía, y sus círculos de influencia cercanos, han monopolizado la Presidencia de la República colombiana, y en esta ocasión dos de los candidatos se inscriben en esta norma de reparto de poder. Se trata de Vargas Llera e Iván Duque, ambos forman parte de este exclusivo círculo de familias que concentran riqueza e influencia política. El primero de ellos podría ser calificado como sucesor del actual mandatario Juan Manuel Santos, mientras que el segundo es el hombre del ex-Presidente Alvaro Uribe. Sus diferencias en cuanto a programas y propuestas no difieren demasiado, ambos propugnan agendas económicas y sociales neo-liberales, y unas relaciones exteriores básicamente de continuidad, es decir de alianza cercana con los EE.UU y fuerte beligerancia hacia su vecina Venezuela.
Uno de los puntos donde si disienten es respecto a su actitud hacia el Acuerdo de Paz de La Habana, con la ex-guerrillera FARC, convertida con ese mismo nombre en partido político, mientras que Vayas Llera es partidario de mantenerlo por el contrario el delfín de Uribe, Duque, siempre se ha mostrado contrario al mismo.
Y si nos hemos referido al tema del Acuerdo de Paz en necesario recordar que en La Habana actualmente se siguen desarrollando conversaciones entre el gobierno actual y el guerrillero ELN (Ejército de Liberación Nacional).
En esta importante cita electoral hay que destacar un tercer candidato, Gustavo Petro, un exguerrillero del extinto M-19, desmovilizado en la década de 1990, quién fue Alcalde de Bogotá. Un popular líder político de la coalición Colombia Humana, que se podría encuadrar como de centro-izquierda, quién ha desarrollado una interesante campaña electoral y ha conseguido una notable movilización social.
La candidatura de Petro puede suscitar además el voto útil de la importante pero fragmentada izquierda colombiana, es decir del movimiento estudiantil, el campo sindical, asociaciones de Derechos Humanos, la Unión Patriótica y el Partido Comunista, entre otros.
En cuanto a sus propuestas Petro ha puesto su énfasis en las políticas sociales, especialmente en lo que se refiere a salud y educación, mientras que en lo económico su programa difiere del neo-liberalismo que impera en el país. Y en lo regional parece más inclinado al dialogo que a la confrontación con el Gobierno de Venezuela.
Como trasfondo de estos comicios hay que añadir que la aplicación del Acuerdo de Paz se encuentra en una crisis abierta cuyo punto culminante ha sido el encarcelamiento, violando la letra misma de lo firmado, del ex-comandante guerrillero y dirigente de las FARC, Jesús Santrich, pendiente de una extradicción a los EE.UU por una acusación de narcotráfico, como consecuencia de un burdo montaje de la fiscalía, en coordinación con la DEA. Mientras que continúa el constante goteo de asesinatos de lideres sociales y personas vinculadas a la guerrilla desmovilizada, al tiempo que los paramilitares y grupos del narcotráfico se hacen cada vez más presentes en zonas rurales y las periferias urbanas.
Por último, al final de la campaña han arreciado las denuncias y alertas de posibles fraudes, en detrimento de la candidatura de Gustavo Petro, algo que habrá que seguir muy de cerca.
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