Rajoy, acusado ante el juez por Bárcenas, sigue sin explicarse
CORRUPCIÓN EN EL ESTADO ESPAÑOL
El extesorero del PP Luis Bárcenas se decidió a empezar a «tirar de la manta» ante el juez, y confirmó sus acusaciones al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, de haber cobrado en «dinero B», así como la supuesta financiación irregular del partido. Rajoy respondió que «no se somete al chantaje» y, sin dar explicaciones sobre la acusación, aseguró que cumplirá su mandato, mientras Cospedal lo negó todo.
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, confirmó ayer ante el juez la autoría de los papeles de la contabilidad B del partido y apuntó directamente hacia el presidente, Mariano Rajoy, y la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Bárcenas declaró durante unas cinco horas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, y en su testimonió reveló que en 2009 y 2010 pagó 45.00 euros a Rajoy y otros 45.000 a Cospedal, como «sobresueldos B»
Según fuentes de la acusación, Bárcenas indicó que en 2009, cuando dejó su cargo de tesorero tras estallar el caso Gürtel, tuvo que liquidar la caja B del partido, donde quedaban 40.000 euros, repartiéndolos entre ambos dirigentes. Además entregó 25.000 euros en 2010 a cada uno de ellos. Estas entregas se realizaron en efectivo y, en el caso de Cospedal, en billetes de 500 euros en su despacho.
Sin embargo, Bárcenas no pudo aportar recibos de los pagos ya que «ni a los donantes ni a los receptores se les exigían `recibís’». Sobre Cospedal, añadió que la número dos del partido conocía los sobresueldos y fue quien decidió seguir pagándole tras cesar en su cargo.
Según fuentes jurídicas, Bárcenas explicó que el sistema establecido en el seno del partido consistía en el pago por parte de los empresarios de comisiones para obtener a cambio adjudicaciones. «Vosotros nos ayudáis con las campañas electorales y nosotros con los contratos», indicó. De lo que sí aportó un recibo es de los 200.000 euros que entregó en 2007 al entonces gerente del PP en Toledo a cambio de una contrata de limpieza en el Ayuntamiento de esa ciudad, cuando Cospedal era la presidenta del PP de Castilla La Mancha, y que le fue otorgada a la empresa Safi, filial de Sacyr Vallehermoso, cuyo presidente era entonces el también imputado en esta causa Luis del Rivero.
Aunque hasta ahora no lo había hecho ante el juez, por primera vez admitió la autenticidad de los documentos que reflejan la contabilidad B del partido, que fue confirmando uno o uno. Además, aportó abundante documentación añadida y un pendrive con la contabilidad B de 1994 a 1996, «que contiene datos del disco duro de un ordenador» que no pudo sacar de la sede del PP en Génova. «Las donaciones no respetaban los límites legales», aseguró el extesorero, que añadió que el modus operandi se inició en los tiempos de también extesorero Rosendo Naseiro. «Era el procedimiento establecido desde aquella época», señaló.
Los donativos de empresarios no se recogían en la contabilidad oficial porque superaban la cantidad legal o eran compañías que contrataban con la Administración y por tanto no podían donar al partido. Ese dinero, según Bárcenas, se destinaba a ayudar al propio partido. En cuanto a los pagos a altos cargos del PP, reconoció todos los que aparecen en los papeles y explicó que la orden de a quién se tenía que pagar venía de la dirección del partido.
«No se somete a chantaje»
El pago de estos sobresueldos era, según Bárcenas, «sistemático» y se hacía todos los meses no solo al presidente, sino a los secretarios generales y a los vicesecretarios de la formación, aunque él personalmente nunca pagó al expresidente Aznar. Rajoy y el PP reaccionaron negándolo todo. Esta vez, en una rueda de prensa junto al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, el presidente del Gobierno español no tuvo más remedio que responder, pero, eso sí, saltándose el turno de preguntas pactado entre los periodistas y dando la palabra al periodista de «ABC» para contestar con una respuesta preparada por escrito.
En ella, Rajoy evitó dar explicaciones, alegando que ya había hablado el 3 de febrero, meses antes de que Bárcenas le incluyera directamente en los cobros en B y aceptara la autoría de los papeles que reflejan una financiación ilegal del partido.
Con el mismo argumento de que un presidente del Gobierno «no puede estar saliendo cada día al paso de todas y cada una de las insinuaciones, rumores o informaciones interesadas de todo tipo que se vayan publicando», evitó responder a las denuncias que ayer había detallado Bárcenas.
Asimismo, rechazó cualquier posibilidad de dimitir afirmando que cumplirá su mandato y que «aquí hay un gobierno estable que va a cumplir con su obligación». «El Estado de derecho no se somete a chantaje», reiteró. En cuanto a los SMS revelados por «El Mundo» entre él y Bárcenas -con mensajes como «Luis, sé fuerte»- no los desmintió pero aseguró que solo muestran que «esto es una democracia seria y las instituciones no se someten al chantaje».
«Mentiras y calumnias»
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, siguió la misma línea en una comparecencia vespertina, en la que desmintió «tajantemente» todas las «mentiras y calumnias» del extesorero del PP.
«Nunca, es completamente falso», respondió a la pregunta de si ha cobrado sobresueldos. La presidenta de Castilla-La Mancha insistió en que la única contabilidad real del PP es la que figura como oficial del partido,«auditada por el Tribunal de Cuentas». «Cualquier otro papel que refleje una contabilidad distinta no es contabilidad del PP de ningún tipo», añadió.
Cospedal cargó contra Bárcenas afirmando que no va a admitir que «un presunto delincuente difame o injurie con tal de salir ileso o indemne de sus presuntas responsabilidades», en referencia a la trama Gürtel. «No admito ni admitiré un chantaje de nadie, de ninguna persona por muy desesperada que esté por su incapacidad para explicar el origen de sus millones en Suiza», recalcó. Igualmente, sobre la comisión de Toledo, la calificó de «disparatada y mentirosa».
También sostuvo que «es taxativamente falso» que Rajoy o ella hayan presionado de manera directa o indirecta a Bárcenas para hacer alguna cosa. «Ni coacciones, ni sobornos, ni nada de nada», precisó.
En su declaración judicial Bárcenas había afirmado que no había reconocido antes la autoría de los papeles debido a presiones del PP. Según su versión, las presiones se prolongaron hasta el pasado fin de semana, y al menos mantuvo en la cárcel tres reuniones con letrados enviados desde el partido, que le propusieron que elaborara a mano una falsa contabilidad B con la intención de demostrar que las fotocopias hechas públicas eran falsas.
Añadió que en la última reunión los abogados le amenazaron con enviar a su mujer a prisión en el caso de que se inclinara por «tirar de la manta». La dirección general de Prisiones negó estas reuniones.
Por otro lado, Bárcenas identificó al presidente de la constructora OHL, Juan Miguel Villar Mir, como el empresario que se mostró interesado en donar 300.000 euros al partido poco antes de las elecciones de 2011. con mucho interés en que la cúpula del partido y Rajoy lo supieran. El grupo Villar Mir lo desmintió también «rotundamente».
Pese al intento de enrocarse, en el propio partido surgen voces que mueven la silla de Rajoy. El vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras y otros miembros del PP han solicitado a la secretaria general del PP la convocatoria de una Junta Directiva Nacional extraordinaria del partido para debatir un relevo de liderazgo ante el caso Bárcenas y evitar un adelanto electoral
En un correo dirigido a Cospedal, firmado también por el exparlamentario vasco Santiago Abascal, afirman que «la actual situación es insostenible y la prolongación de esta agonía es letal» para los intereses «de la nación».
El PSOE pide la dimisión pero quiere evitar las elecciones
El PSOE intenta acordar una respuesta conjunta de la oposición al PP sobre el caso Bárcenas, pero sin aclarar si opta por la moción de censura ni forzar la convocatoria de elecciones. Su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo ayer conversaciones con los portavoces de CiU, PNV, IU y UPyD para tratar de consensuar una primera iniciativa conjunta para exigir al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, responsabilidades. Según fuentes del partido se trata de estudiar alternativas a la situación de «bloqueo político» creada por la supuesta «connivencia» del jefe del Gobierno con el extesorero del PP. Los contactos políticos continuarán probablemente durante el pleno del Congreso de hoy y mañana. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, afirmó que aunque el PP tenga mayoría absoluta, todos los grupos políticos de la oposición unidos tienen «muchas posibilidades»de acabar provocando la dimisión de Rajoy. Pérez Rubalcaba anunció el domingo la ruptura de relaciones con el PP e insistió en pedir la dimisión inmediata de Rajoy por «connivencia con un delincuente».
No obstante, el PSOE quiere evitar las elecciones anticipadas. El diputado del PSOE exministro de la Presidencia Ramón Jáuregui afirmó que «al país en este momento no le conviene, no le interesa, que la crisis se convierta en un proceso electoral», sino que bastaría con que el PP procediera a la investidura de un nuevo presidente. En Galicia, los tres grupos de la oposición -PSdeG por su lado y Alternativa Galega de Esquerda y BNG por otro- han solicitado un pleno extraordinario para que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explique la «presunta financiación irregular» del PPdeG. GARA
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