AMÉRICA LATINA EN LA MIRILLA: En medio de conflictos y elecciones mirando al norte

AMÉRICA LATINA EN LA MIRILLA: En medio de conflictos y elecciones mirando al norte

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Los procesos electorales, municipales el caso de Brasil y Chile, y generales para Nicaragua el próximo 6 de noviembre, el creciente enfrentamiento en Venezuela marcan la actualidad del subcontinente, pero más allá de los temas regionales las miradas están dirigidas a los EE.UU que, el 8 de este mes, decidirá quién será su nuevo Presidente o Presidenta.

Las recientes elecciones locales en Chile han dado como resultado aparente una derrota de la amplia coalición de partidos que apoyó la Presidencia de Michel Bachelet. La mandataria sin embargo ha rechazado abiertamente asumir responsabilidades en el fracaso y atribuyó los malos resultados a la coalición partidista que la llevó a la presidencia  y no a su gestión, que ha incumplido hasta hoy los principales puntos de su programa, es decir cambios constitucionales, reformas integrales para construir sistemas de salud y educación publicas y gratuitas, y otras relacionadas a políticas de justicia social y económicas.

A pesar de que las fuerzas de la derecha, ganadoras por un margen aproximado de un 2% (34 contra 32%) se feliciten por los inesperados resultados, que le han dado la gestión de las principales urbes del país, la realidad se puede mirar desde otros puntos de vista. El notable crecimiento de la abstención, el voto nulo y en blanco permiten avizorar que el distanciamiento y el rechazo ciudadano al sistema  imperante es el gran ganador de las elecciones. Tema de fondo para reflexionar.

De Chile a Brasil, más de lo mismo

Mientras la sociedad, los medios políticos y mediáticos chilenos siguen dándole vueltas a las razones y motivos del creciente rechazo al sistema democrático y neoliberal, otro tanto se puede decir si nos referimos a las elecciones municipales en Brasil. Un país dividido ante el golpe parlamentario que llevó a la Presidencia a un “no electo” por voto popular, con el apoyo de redes de corrupción política, ligadas estrechamente a grandes intereses corporativos y mediáticos.

Pero más allá de cualquier afirmación personal la realidad que nos presentan los resultados de las recientes elecciones municipales brasileñas apuntan a la misma dirección de las chilenas, que en el caso de Brasil se concreta en un importante retroceso del Partido de los Trabajadores, de la Presidenta destituida, que ha perdido la gobernación de las  principales ciudades del país, incluyendo sus feudos de izquierda tradicionales.

Sin embargo la “victoria” no es en sí misma para la derecha tradicional y homologada, pues el partido y los aliados del “Presidente” también pierden ante un conjunto de grupos de presión derechista  de nuevo estilo, como por ejemplo las sectas evangelistas. La abstención, el voto nulo y en blanco suman hasta un 65%, tema para repensar otra vez, y nueva muestra del rechazo a la práctica de sistemas políticos, sociales y económicos cada vez más alejados de las sociedades que dicen representar.

Venezuela en llamas, y la Nicaragua prevista

La República bolivariana de Venezuela parece seguir siendo el punto de inflexión en la correlación de fuerzas de la región. El  parlamento, de mayoría opositora, sigue empeñado en estrategias de derrocamiento de los otros poderes, sin sustento legal pero con el apoyo explícito que reciben constantemente desde potencias e intereses ajenos a su propio país, mientras que el resto de los poderes constituidos y democráticos (ejecutivo, electoral y judicial)  intentan mantener un curso de gobernabilidad  normal y racional, en medio de una cada vez más acentuada dinámica golpista callejera y de movilización. Así entre convocatoria y contra- convocatoria , de toma de calles y espacios públicos el resultado final de esta confrontación no resulta ni claro, ni definitivo, ni satisfactorio para ninguna de las partes.

En estos días se escenifica un diálogo entre el Gobierno y la oposición pero no es aventurado adelantar que sus resultados serán muy escasos o nulos, el reto finalmente parece ser de modelos y proyectos estratégicos, y en este caso parecen ser incompatibles dado que la derecha continental, apoyada y alentada por los EE.UU, no acaba de asumir plenamente (excepto cuando gana) que las reglas del juego son solo y únicamente las democráticas.

Por otro lado en Nicaragua, el 6 de noviembre su ciudadanía determinará en las urnas generales quieren serán su Presidente y Vice-Presidente, y sus representantes  al Congreso. En este caso si nos atrevernos a adelantar un resultado aproximado que será la victoria del actual mandatario Daniel Ortega, y como Vice a su cónyuge Angela Murillo, por un margen amplio. Una pareja de gobierno que controla perfecta y muy “familiarmente” los entramados políticos, económicos y mediáticos de este país centroamericano, al calor del actual crecimiento económico del que goza y de sus políticas sociales de redistribución de los ingresos.

Mirando al norte…como siempre

Al mismo tiempo que todo lo anterior hay que subrayar en rojo que Latinoamérica mira en estas semanas al norte con ansiedad e inquietud como siempre lo ha hecho y lo sigue haciendo a pesar de los cambios internos.

En estos momentos se podría decir que lo “más importante” es saber quién ganará las elecciones en los EE.UU el próximo 8 de noviembre. Todos los Gobiernos latinoamericanos han expresado, abierta aunque cautelosamente, que esperan que la ganadora sea Hilary Clinton, lo que se puede traducir como que prefieren asumir una continuidad en las políticas norteamericanas para la región.

Unas políticas que conllevan intervención en asuntos internos, acciones y financiamientos para la subversión interna en aras de recuperar su tradicional hegemonía en la zona, y por supuesto lo más importante la promoción y práctica de una economía neoliberal sobre la base de tratados de libre comercio, que siempre resultan desiguales dadas las diferencias entre las partes. La gran duda que aparece en estos días de la recta final de la campaña electoral norteamericana es si el fantasma de Donald Trump es real.

Si ganase  ¿Qué significaría en lo que se refiere a las relaciones entre América Latina y los EE.UU? ¿Y cómo se traduciría eso mismo país por país? (A seguir…) 

 



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